No puedo contar la historia desde su origen, simplemente contaré lo que he visto desde que ingresé a un parche llamado "100 de cilantro."
Todo empezó una tarde. Estaba por ahí, pasando el tiempo y sin darme cuenta terminé por conocer a una joven de mi edad, empecé hablar con ella y sin darnos cuenta nos volvimos amigos. Tiempo después le hice la visita. Cuando llegué a su casa conocí a un grupo de jóvenes como yo que caspeaban en el parque la villa; tiempo después de tratar con ellos era un integrante más en el parche.
He visto historias diferentes en cada una de sus casas. En el parche, los vecinos se quejan por el alboroto de todas las noches, nos tratan de viciosos y gamines, diciendo que le ponemos poco interés a nuestros problemas.
A mi madre le llegan con chismes, como que yo me la paso con un parche de gamines fumando marihuana, pero para eso encontré un método; mi madre conoce a cada uno de mis amigos, ya les tiene confianza, ellos son los que van a mí casa a pedir permiso para que me dejen salir los sábados.
Cada sábado salimos a divertirnos a fiestas en el barrio con amigas de nuestra edad y la pasamos bien.
Por los problemas que a veces nos ganamos (por estar en la calle hasta tarde), más de uno anda armado con cuchillos y navajas, para que no nos roben ni nos quieran sabotear. Somos puros menores entre 15 y 17 años aunque también hay uno que otro mayor de edad. Realmente no nos gustan pelear, mucho menos robar, pero cuando toca nos paramos todos. No somos pobres, tampoco ricos, aunque más de uno tiene problemas económicos en la casa; problemas que no hacen falta como los que tienen con sus padres por que no les hacen caso.
Hay padres que no se interesan por mis amigos, que le dan malos ejemplos, que les dan malos consejos. Hay tantas cosas interesantes que contar y no se por cual empezar.
Parte de nuestros días la pasamos en el parque de la villa, somos un grupo de 15 jóvenes pero los sábados somos más.
Hay de toda clase de pensamientos: jóvenes inteligentes, jóvenes vagos, extrovertidos, algunos callados, otros locos, raros etc.
El licor no hace falta, simplemente con que haya música y niñas la pasamos bien. La nicotina azota a más de uno de mis parceros; un sábado cualquiera uno los ve fumándose uno que otro cigarrillo.
Las liebres" los enemigos" se deben a que hay personas que nos tienen envidia, como también, con las que tenemos problemas. Hay enfrentamientos en el parche por comentarios, chismes, mujeres o cualquier otra bobada. Se podría decir, simplemente, que: ¨jugamos a ser los más malos¨.
Cada domingo que hay partido en el estadio nos arreglamos con nuestra camisa auriverde para ir a alentar a nuestro equipo del alma, el Atlético Bucaramanga. Vamos, saltamos, gritamos y peleamos con la policía. No sé cual ley me proteja pero no me importa. Lo que hace que valga la pena es que no faltan los bolazos en las cabezas de los tombos. El parche está más unido que nunca, ya no somos solamente 15, somos toda la tribuna sur que grita y grita sin parar. Hay tantas cosas interesantes que contar y no se por cual empezar.
Continuará...
Alexander perez
Todo empezó una tarde. Estaba por ahí, pasando el tiempo y sin darme cuenta terminé por conocer a una joven de mi edad, empecé hablar con ella y sin darnos cuenta nos volvimos amigos. Tiempo después le hice la visita. Cuando llegué a su casa conocí a un grupo de jóvenes como yo que caspeaban en el parque la villa; tiempo después de tratar con ellos era un integrante más en el parche.
He visto historias diferentes en cada una de sus casas. En el parche, los vecinos se quejan por el alboroto de todas las noches, nos tratan de viciosos y gamines, diciendo que le ponemos poco interés a nuestros problemas.
A mi madre le llegan con chismes, como que yo me la paso con un parche de gamines fumando marihuana, pero para eso encontré un método; mi madre conoce a cada uno de mis amigos, ya les tiene confianza, ellos son los que van a mí casa a pedir permiso para que me dejen salir los sábados.
Cada sábado salimos a divertirnos a fiestas en el barrio con amigas de nuestra edad y la pasamos bien.
Por los problemas que a veces nos ganamos (por estar en la calle hasta tarde), más de uno anda armado con cuchillos y navajas, para que no nos roben ni nos quieran sabotear. Somos puros menores entre 15 y 17 años aunque también hay uno que otro mayor de edad. Realmente no nos gustan pelear, mucho menos robar, pero cuando toca nos paramos todos. No somos pobres, tampoco ricos, aunque más de uno tiene problemas económicos en la casa; problemas que no hacen falta como los que tienen con sus padres por que no les hacen caso.
Hay padres que no se interesan por mis amigos, que le dan malos ejemplos, que les dan malos consejos. Hay tantas cosas interesantes que contar y no se por cual empezar.
Parte de nuestros días la pasamos en el parque de la villa, somos un grupo de 15 jóvenes pero los sábados somos más.
Hay de toda clase de pensamientos: jóvenes inteligentes, jóvenes vagos, extrovertidos, algunos callados, otros locos, raros etc.
El licor no hace falta, simplemente con que haya música y niñas la pasamos bien. La nicotina azota a más de uno de mis parceros; un sábado cualquiera uno los ve fumándose uno que otro cigarrillo.
Las liebres" los enemigos" se deben a que hay personas que nos tienen envidia, como también, con las que tenemos problemas. Hay enfrentamientos en el parche por comentarios, chismes, mujeres o cualquier otra bobada. Se podría decir, simplemente, que: ¨jugamos a ser los más malos¨.
Cada domingo que hay partido en el estadio nos arreglamos con nuestra camisa auriverde para ir a alentar a nuestro equipo del alma, el Atlético Bucaramanga. Vamos, saltamos, gritamos y peleamos con la policía. No sé cual ley me proteja pero no me importa. Lo que hace que valga la pena es que no faltan los bolazos en las cabezas de los tombos. El parche está más unido que nunca, ya no somos solamente 15, somos toda la tribuna sur que grita y grita sin parar. Hay tantas cosas interesantes que contar y no se por cual empezar.
Continuará...
Alexander perez
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